Freedom is ephemeral, it is something like breathing

domingo, 27 de septiembre de 2009

Reflexión 7

Conversación de un niño con su abuelo:

''- Cuando seas mayor, vas a venir ahí a la universidad.
- ¡Pero cuando sea mayor tengo que ir al instituto abuelo!
- Oh, pero cuando seas muuchoo más mayor.''

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... A veces la inocencia es adorable; las risas, entre orgullo y cariño, me resultaron envidiables.
Y me hicieron sentir un poquito mejor. =)

sábado, 26 de septiembre de 2009

Fábula

En cierto modo sé que esto me servirá para madurar, o al menos evolucionar de algún modo, y la verdad es que tengo ganas de empezar. Pero los recuerdos a veces hacen más daño del debido... y el echar de menos algo es sinónimo de cierto miedo a no poder recuperarlo; a no poder volver a los bosques de nuestro terrorífico amor.

Una pequeña fábula:


El burro y la flauta

Tirada en el campo estaba desde hacía tiempo una Flauta que ya nadie tocaba, hasta que un día un Burro que paseaba por ahí resopló fuerte sobre ella haciéndola producir el sonido más dulce de su vida, es decir, de la vida del Burro y de la Flauta.

Incapaces de comprender lo que había pasado, pues la racionalidad no era su fuerte y ambos creían en la racionalidad, se separaron presurosos, avergonzados de lo mejor que el uno y el otro habían hecho durante su triste existencia.

-Augusto Monterroso.


miércoles, 23 de septiembre de 2009

Reflexión 6

Tenemos miedo a las cosas ante las que no nos podemos defender, o no sabemos cómo. Una de estas cosas es lo impredecible de ciertas situaciones, y ese es precisamente mi problema.

Supongo que lo último que hay que hacer en la vida es abandonarse al miedo, o al dolor que este puede llegar a provocar; sustraerse a él sin resistir. Está claro que los interrogantes más poéticos de la vida del ser humano están aún sin resolver, e irónicamente a veces esto nos ayuda a seguir adelante, a veces, la curiosidad motiva. Siendo sinceros: Entre un bocadillo o una respuesta metafísica, prefiero un bocadillo.

Aunque sin querer, a veces se te revelan cosas sorprendentes como respuesta, que te hacen sentir aún más curiosidad. Esas realidades me gustan.

¿Sabíais que el Vaticano es el único estado que ha reconocido la existencia de vida extraterrestre?

lunes, 21 de septiembre de 2009

Reflexión 5

Una voz retumbaba en mi cabeza diciendo ''las cosas ocurren por algo''.

No tengo yo nada claro eso de creer en el destino, y en cualquier caso, si existiese, no creo que esté aquí para complacerme...
El caso es que, haya un sino o no, muchas veces, la vida... o más bien el propio fluir de las cosas, decide por nosotros. Deja a la vida decidir ¿No era eso una canción? Debería serlo.



domingo, 20 de septiembre de 2009

Nursery Rhymes

How much wood would a woodchuck chuck
if a woodchuck could chuck wood?
He would chuck, he would, as much as he could,
and chuck as much wood as a woodchuck would
if a woodchuck could chuck wood.


Sí, este es mi modo de estudiar para el oral de inglés de advanced que tengo mañana por la tarde... Lo siento, me aburrí de contarme cosas a mí misma.

Estoy un poco out of inspiration.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Aburrimiento

El aburrimiento me mata.
Hace incluso que me plantee sentarme a ver la televisión ¡qué blasfemia! Si ya tengo suficiente con el griterío lejano de los famosillos del programa que puntualmente se pone en la televisión de esta casa... Cierro la puerta, enchufo música: los gritos de la Esteban. Que sí mujer, que sí. No entiendo porqué alguien no se limita a darles a todos la razón, como a los locos (o a los tontos) y que nos dejen en paz. Pero que conste que no la critico, no vaya a ser. Qué mala pata.

Hace unas semanas, estaba yo de vacaciones en algún pueblo perdido de montaña, en la tienda del susodicho lugar (imagínese aquí la típica tienda regentada por una señora mayor de 80 años que vende desde patatas hasta escobas, pasando por pipas y embutido) Entró allí, la también típica abuela con el monedero debajo del brazo y el delantal a comprar un par de pimientos para... no recuerdo para qué, pero contó la receta entera, cómo lo quería preparar y porqué; tras esto, procedió a criticar a no sé qué personaje que aparecía en la pequeña y antigua televisión del local. El despotrique acabó siendo hacia la programación general: ''Hoy en día no hay respeto por los niños porque el otro día se vio por la tele un rabo ¨así¨ (si las proporciones que indicaba eran correctas confundió a un caballo con un ser humano) y luego apareció una tipa que se la empezó a mamar. ''
Dudo que la señora estuviese viendo algo que debía, a la hora que debía, o en el canal que debía. De todos modos mi queja va más allá: Hoy en día no hay respeto por la masa gris bien educada. No me parece mal que exista el porno, por supuesto, no hablo de eso. Pero echo de menos poner la tele y poder ver alguna serie que no trate de adolescentes gilipollas que se creen que el amor es encontrar a un tío guaperas que las ignora, y que los valores de la vida no van más allá, y que tienen que aprobar sólo para que sus madres (que las odian) no las castiguen sin salir... Me ponen de muy mala ostia. Y sí, va por esa nueva serie de la rubita modelo. Me propuse verla, os lo juro, lo intenté, porque alomejor soy yo, que de primeras, juzgo mal. No fui capaz de aguantar más de cinco minutos sin que me entrasen ganas de meterle un puñetazo en la nariz al personaje que representaba. No sé si todas las niñas de verdad son así, si es que está de moda o si es que lo imitan de las dichosas series. Pero me caéis mal, y no pienso volver a ver nada de eso, ya está, me chupa la polla ser intransigente.

Pero bueno, una vez sentada aquí, recuperada la paz de espíritu, una canción me recuerda a otra y esta última a alguien. Y ya no hay quién pare al maldito recuerdo... pero qué le vamos a hacer si me encanta rememorar, si soy tan romántica que pienso que el olvido es renegar del pasado. Y mi leit motiv: Je ne regrette rien. Mira, otra canción.


viernes, 18 de septiembre de 2009

De ti de vez en vez


Lo importante, es ver el mundo con tus propios ojos.

Reflexión 4


La Grotesca sufre en las piedras de cianuro.
Arrojadas al fuego, abatidas por la furia
de cerebros desahuciados
son el polvo de la bruma.
La mansedumbre abraza los cabellos del ángel
besa sus alas de ciruela y se recuesta
en las costillas del demonio.
De tanto en tanto nos vemos como somos
desplazando el filo del cuchillo
en la crueldad de la madrastra.

- Luis Raúl Calvo


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La fiebre y el malestar me ha hecho retornar en cierta medida a los absurdos comederos de cabeza que solía tener hace un tiempo, cuando no encontraba mi vida lo suficiente interesante como para dedicarme simplemente a vivirla y disfrutarla.

Me echaba de menos. Algo así como a la muñeca que había sido antes de ti, y la vez antes de antes de ti.
Aquella macabra, la que asustaba, la que observaba. Me he dado cuenta de que sufrido una evolución curiosa de personalidad aunque siempre he pensado igual en cierta cosas. Que ya no use guantes de rejilla para salir de casa, se debe, a parte de a que no los encuentro, a que de forma definitiva me niego a que me encasqueten en ningún grupo y/o estilo. Empecé haciendo aquello porque no quería ser como todos los demás. ¡Coño! Todos los demás que vestían así lo hacían por lo mismo y nos creemos especiales. Ala, atreveos ahora, encasilladme. Dadme un nombre colectivo.

En fin, ¿no me echabas tú de menos mi amor? Yo lo he hecho sólo para darme cuenta de esto que estoy explicando. Fui la seductora, la fetichista, la sádica, la pervertida... La que se desnudaba en silencio. La puta, la santa. La loca. La hereje. La de corazón puro que pretende ser mala.

Mi ying, tu yang.

Que necesito más cariño de lo que nunca admitiré, que necesito que me devuelvan ese amor puro que tanto me encanta dar y tanto os cuesta comprender. Y ahora, la niña que llora ahoga entre sus lagrimas a la mujer loca que me gusta ser, que disfruto siendo.


A mí me cuesta más aún darme por vencida. Y reinventarme.

La dulce.
La buena.

La de mirada pura.

...


Y ahí está, negra y roja. La sangre coagulada, y el nuevo cabello.

Y los cuernos y la cola del diablo.


jueves, 17 de septiembre de 2009

Reflexión 3

Bueno, la vida no es siempre como queremos ¿no? Pero al fin y al cabo siempre hay cosas que merecen la pena y me reitero en decir que no me arrepiento de nada de lo que he hecho en esta vida.

Me he demostrado que efectivamente todo esto es un juego, y que arriesgar, ganar y perder seducen y mueven la sangre. Hoy quiero devolver al espejo una media sonrisa. Sin duda, los sentimientos han sido el rival más elegante al que me he enfrentado nunca. Y el más bonito. Me ha ganado sí, pero esto me gusta y no hay oponente más peligroso que el que ya no tiene nada que perder.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Extractos

Lo cierto es que, aunque me duela confesarlo, le había necesitado en algún momento. Tenía algo que atraía a mi alma, por no mencionar otras partes de mi cuerpo.

Cada día me cuesta más dejar abrir el corazón... De lejos que los siento, ni siquiera sé si existen ya esos maravillosos romances que describen en sus poemas los grandes genios de la literatura. Esperpéntica situación ¿cierto? En consecuencia, el que hubiese estado allí conmigo, había hecho que el abandono que me había acostumbrado a respirar con etiqueta de normalidad desapareciese causándome un gran asombro. Pero no hay gozo sin compañía.

Ni los hombres que se creen perfectos (y lo son) con la salvedad de que son insoportables, ni las mujeres irresistiblemente hermosas, con la salvedad de que nunca han sido verdaderas musas, me sirven ya para nada.

Me niego a prometerme más allá del tiempo. Me sirves, te sirvo. No sé creer en lo eterno. Quiero algo simplemente puro.

He temido tanto a la soledad, como a la compañía humana; y hora que se promete efímera, me molestaba tener que soportar el cargo que eso implicaba. A mí que siempre me gustó ser libre…

Intento tranquilizarme poniendo mis prioridades en orden, es una manía tonta que siempre he tenido: enfermedad insignificante, orgullo autosuficiente, aceptación solitaria. Los pongo en fila en mi mente: Enfermedad, orgullo, soledad. Rememoro las jerarquías de Scheler y Ortega: estético, ético, religioso. Religioso, estético, ético. Ético, religioso, estético. No consigo recordarlas con claridad… mi mente se distrae en recuerdos de intermitentes placeres aportados por una lengua ávida que repasa mi cuerpo, que acaricia mi piel. La enfermedad, la soledad. El orgullo, la enfermedad. La lengua me hace cosquillas. Mi libertad, la ética, el orgullo, el recuerdo. La lengua, la cosquilla, la ética.


martes, 15 de septiembre de 2009

Rarezas

Después de un mes en Inglaterra y de haber arribado a la conclusión de que no soy tan rara como pensaba, me ha decepcionado más de lo que esperaba retornar a mi triste ecosistema.

La experiencia ha sido en conjunto gratificante, la vuelta desconcertante y la perspectiva de la nueva partida demoledora. Lo cierto es que desde pequeña siempre he querido conocer Londres e independizarme a los 18 años, aunque no me lo imaginaba así.

Hecho de menos la diversidad cultural, racial y de estilo.
Pero bueno, me sigo sintiendo bien conmigo misma, porque, me gusta tener siempre presente, que soy única. Exactamente igual que todos los demás.

El individuo ha luchado siempre por no ser absorvido por la tribu.

Reflexión 2

Bueno, después de tanto que ha sucedido, imagino que toca como siempre dejarlo en un desvarío más. En una alucinación provocada por la fiebre que me sustenta desde ayer.

Hoy me ha tocado ver y sentir lo que nunca había visto ni vivido. Algo así como aquello que pudo llevar a un loco a vagar por una tierra que no está preparada para sus pasos. Yo no me arrepiento de los pasos que he dado, a pesar de que en cada uno pisaba brasas ardientes que forjaban un pasado tal vez doloroso, tal vez envidiable. Un pasado que ha dejado gravados recuerdos en las partes más blandas de mi cuerpo.
Para mi sorpresa he conseguido mantener cierta impasibilidad: he conservado una especie de inmitación del orgullo sin derramar una sola lágrima. Juro que todo lo demás no importa, y por lo tanto, necesito una jarra de realidad fría.

Y como siempre, no obedezco las directrices marcadas por el mundo y me mantengo en mi reconfortante penumbra, abriendome camino a golpecitos, eso es, a golpecitos.


lunes, 14 de septiembre de 2009

Reflexión


Estoy ordenando compartimentos de mi cabeza, que tan mal amueblada dice mi madre que la tengo. Reordeno aquellas carpetas que nadie aún ha conseguido abrir, o más bien que nunca he dejado que nadie abra, que puede que ni yo misma haya osado abrir: Guardo una caja de Pandora en mi glándula pineal (productora de dimetiltriptamina, compuesto considerado el alucingeno más poderoso en existencia en su forma pura). Ahora mismo creo que hay cientos de carpetas que no quiero ni puedo abrir, y otros tantos que no puedo ordenar.
Creo que intento evitar ocecarme... A veces se me mete una idea en la cabeza, y aunque lo intente no consigo deshacerme de ella. Tengo la mente atrapada en un remolino de cuestiones encerradas en una mirada perdida y un oído absorto. Mi cabeza acaba resumiendose en el pensamiento que intento evitar.
Sí, de acuerdo, de cuando en cuando el pensamiento desaparece de mi mente... pero retumba en mi cabeza como un fantasma perdido, un ente con un asunto pendiente: ... obsesionarme.

Quizá todo esto sea tan sólo culpa del azar ¿Son las casualidades posibles?
Qué demonios, en días como este, me gustaría convertirme en un ser supremo y poder ver al Leviathán como un gracioso pececillo de acuario...


domingo, 13 de septiembre de 2009

Día 1

De vez en cuando me sorprende la fascinación que las cosas ejercen sobre mí.

Hoy se trataba de unos ojos de un anónimo. Marrones. Normales. Diarios. Creo que me recordaron a los de otra persona...
Recuerdo haber estado pensando día tras día en unos ojos verdes de un ídolo de masas, unos ojos mirados y deseados. No creo ya en los pop-stars ni en los antiguos amores platónicos de mis años adolescentes. Pero me fascinan los ojos.


Diantres, la verdad es que ni siquiera tenían una forma bonita, eran demasiado almendrados, pequeños, con poco brillo...
¿Entonces qué me lleva a escribir de ellos?
De sí, sí, sus ojos. De los de la persona a la que me recordaron.
Ese color que ni es marrón ni otro, ¿que demonios me atrae de esa parte minuscula de su faz?

Sé que miles de chicas, que bien hubieran podido ser yo hace unos años, están enamoradas de unos ojos desconocidos para ellas, aunque nada anónimos. Qué absurda situación. Y sí, hablo de ello con desprecio aún habíendolo sufrido.
Pero he aquí la gran diferencia...me estoy haciendo vieja, pienso.

Analizo a los hombres como sujetos de prueba. Al siguiente, le sacaré los ojos para metérselos en una probeta y adivinar qué parte exactamente me fascina.
Será cosa de la edad, todo a su tiempo, me digo. Pero en los últimos días, semanas, parece que las cosas ya no vuelan ni los sueños son cosas imposibles. Parece que ato mis pies a la tierra para no decepcionarme.

Pero yo... aún me hace ilusión volar, y caer, y jugar y correr. Aunque de un modo diferente e inesperado, y me desato.

Bah, si ni siquiera creo que vayas a leer esto, la cosa es que me da igual si lo haces. Escribo por una ausencia y por necesidad. Distracción.

Ya sabes a qué me refiero.

Cómo odio las frases hechas.