Freedom is ephemeral, it is something like breathing

viernes, 23 de octubre de 2009

Alcohol

Un conjunto de gominolas yace al lado de una jarra de cerveza baratita. Eso de beber de calidad se ha quedado para los bolsillos de los niñatos adinerados, una buena borrachera barata, encima eso, resulta que es lo máximo a lo que uno puede aspirar, dados los tiempos que corren.

- Para mi una de hipocresía -dice un payaso mientras se pinta la cara en un espejo pequeñito.

- Para mi algo sin alcohol, cerveza 0,0 - dice la chica que próximamente aparecerá con un coma etílico fingido, (sólo busca la aprobación de sus más allegados)

- Para mi, una de amor - dice el despechado que deja caer margaritas a sus pies.

Mientras, el camarero busca y busca, saca botellas de nombres extraños y de placeres ocultos: orgullo, miedo, temeridad, valentía -la hipocresía y la verdad estaban juntas- el odio, la ternura....y dice:

- No nos queda Amor - y añade con tono irónico - pero aún nos queda Esperanza. ¿Se la pongo?

Él, asiente, pero su cara es un verdadero poema.

Una señora mayor saca un cáncer de pulmón de la máquina, y se va tosiendo y maldiciendo la lluvia.

- Se aproxima una tormenta - murmuro mientras me siento en un taburete, entre la chica que pidió la Muerte y el que pidió la alegría (con un chorrito de ilusión).

El camarero ve mi rostro, ceñudo, cabizbajo, dispuesto a lo que sea y sin plantearme el precio, desenfunda sus botellas más agrias, la compasión, la necesidad, la mentira, para preguntarme:

- ¿Qué desea tomar?

- A mí, sólo una cerveza.

Revitalizarse

Se me hace difícil aceptar que la rutina haya desaparecido tan tranquilamente, tan sin permitirme una adaptación progresiva. Sin embargo, me ha gustado, he disfrutado el asombro que me he causado a mí misma.

Tras darnos cuenta de que el fluir normal de la vida se nos queda pequeño, sólo nos queda buscar la compañía efímera que calme las ansias de algo emocionante.

Aunque sea extraño confesarlo, también necesito este tipo de experiencias revitalizadoras para despertar mi corazón.

martes, 20 de octubre de 2009

Reflexión 9

El problema es que podría hundirme por un tiempo en el mismísimo de los infiernos, y a mi vuelta todo seguiría igual, y eso me aburre; me hace pensar que tiene que haber algo más, que puedo completarme a mi misma de otro modo: Tocando las lineas enemigas.

Y mi enemigo soy yo misma, porque aún sé cómo pensar y eso es lo que me hace sentir inseguridad, o ansias de algo nuevo; o de tu experiencia estimuladora.
Me gusta leer, la libertad de expresión y la capacidad para escoger. Me gusta tomar café en el lugar más oscuro y desolado que pueda encontrar, sentarme y pensar qué hacer con mi vida ¿Debería gastar más dinero en vicios y en tés exóticos?

Estoy esperando a tener un cáncer, o colesterol, o una hipotermia. Quiero disfrutar un cigarrillo con el café.
Me gustaría fumarme el paquete entero en el área de no fumadores, quiero correr desnuda por las calles cubierta de mermelada.

¿Por qué? Bien, no lo sé. Pero existe la posibilidad de que de repente me apetezca hacer esas cosas. Tranquilidad, no quiero realmente. Pero son sólo unas de las pocas cosas que estoy segura de querer hacer o no.

Dudo a menudo, y normalmente en los momentos menos oportunos.
Alguien me ha ofrecido dos universos diferentes, y además, dos pastillas que tomar para aumentar mi duda.
Dos manos, dos pastillas.
¿Por qué no simplemente una inyección mortal?

Finalmente, cogí un vaso de agua y me coloqué el placebo en la boca.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Reflexión 8

Sinceramente, ya iba necesitando escribir algo, pero entre tanto reading pues me resulta difícil sacar un huequito, y los pocos que tengo los dedico a la esencia de la vida: beber café en buena compañía.

Ayer tenía que leer un texto de unas 40 páginas acerca de la filosofía de Aristoteles, ciertamente, me resultó interesante. Me gustó especialmente la reflexión sobre el tiempo: el hecho de que solamente existe el presente, que el pasado son sólo recuerdos y el futuro espectativas.
Hoy, oyendo a algunas personas comentar sobre ello escuché lo siguiente: que esto es realmente sorprendente porque si lo piensas de modo positivo, el hecho de que seas capaz de asumir que tan solo existe un presente, te hará capaz de romper con tu pasado y no tener miedo a las cosas, es decir, evitarás poner tu pasado en tu futuro. (por ejemplo con el miedo a las relaciones tras varios fracasos)

Fue bonito. Intentaré aplicar esa teoría a mi vida, además, ahora, que siento como una nueva vida, o quizá mi vida propiamente dicha, está comenzando a tomar forma, me siento con fuerzas renovadas para tratar de romper con el pasado inexistente que mis recuerdos se empañan en formar.

Así pues me doy a mi misma la bienvenida a mi presente infinito.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Adaptación

Definitivamente me he adaptado por completo a mi nueva vida, y por increíble que parezca me encuentro a gusto en una esquina de la cafetería escribiendo una obra de teatro como favor a una nueva amiga y con una montaña de 7, 60 euros de fotocopias a mi lado que tengo que leer.

Me sorprende averiguar que la gente las más de las veces es sumamente simple, que hay como máximo tres personalidades estándares (salvando a los histriónicos..) y el resto las imita. Que siempre se forma el grupito de los cool en el cual, los que apreciamos nuestra masa gris no somos capaces de ser aceptados por una razón que se me escapa. Conozco a demasiada gente nueva que me resulta extremadamente familiar. Pero me siento bien conmigo misma, puedo ser yo, y sentirme orgullosa de ser capaz de adaptarme a un entorno no tan diferente como me esperaba.



viernes, 2 de octubre de 2009

Calma

La vida es, a menudo, un poquito diferente de lo que te esperas, y el hecho de vivir en una continua expectativa, en una continua observación del suceder y del caprichoso camino que toman las más de las veces los acontecimientos, te hace darte cuenta del rápido vuelo de la vida, de, por supuesto, lo valioso de los pequeños detalles, por muy tópico que suene.

Ciertamente, vivir te exige tener unos conocimientos mínimos respecto al porqué de lo que algunos llamarían milagros y otros casualidades, además de una posición resignada ante lo que el futuro te depara.

Calma. No tengo prisa por vivir. Se lo digo a mi cuerpo. A mi mente se lo tengo que repetir varias veces.