Después de tomarse el sedante sentimental correspondiente la vida tiene otra perspectiva, pero está decidido: ganar, arriesgar y perder se han vendido juntos en la última oferta que me ha hecho la vida.
La búsqueda y necesidad de entender ciertas preguntas, o respuestas, viene precisamente de ese estado latente en el que me digo que es mejor no buscar, ni anhelar. Pero la naturaleza del corazón no es así. Cuando compartes lo fantástico y lo humano nunca puedes dejar de soñar, muchas veces nuestros sueños se ven deshechos, destrozados, rotos, frustrados. Pero, es necesario continuar soñando como motor que mueve la sangre. Que mueve. Y seduce. Y tienta.
Sí, eso es, tienta. Porque solamente me guío por tentaciones.
Tentación...
Tentación...
Atrévete a retarme.
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