Pues después de una pequeña temporadita sin pasarme por el mundo de la blogosfera aquí estoy de vuelta para contaros experiencias varias.
El motivo general de la dismunición de entradas es como cabría esperar la cantidad de trabajo y la necesidad que provoca este, de dedicar el tiempo libre que te queda a charlar con tus amigos, dedicarte a cocinar en compañía y entre risas durante toda una tarde.
En un resumen rápido acerca del aspecto académico de mi vida, comentaré brevemente que de momento estoy contenta con los resultados y los trabajos en grupo, a pesar de más de los que cabría desear debido al plan bolonia, este año están llendo bastante bien y estoy contenta en general con cómo han funcionado las cosas hasta ahora. (Seguiré cruzando los dedos para que no me toque con quien no me tiene que tocar.)
Este fin de semana pasado he viajado a Valladolid con la premeditada intención de asistir a un concierto de órgano que tuvo lugar en la catedral de la mencionada ciudad. He de decir que estuvo precioso, una hermosa y cuidada elección de las obras que se ofrecieron durante esa hora y cuarto; gran afluencia de público a un evento que no estaba tan anunciado como podría haberlo estado, pero que por otro lado, era gratuito; y finalmente el gran detalle que tuvieron fue el de apagar todas las luces de la catedral y ofrecer literalmente un hermoso concierto a la luz de las velas.
Por otro lado, este viaje me ha provocado un pequeño catarro que se ha empeñado en molestarme el día de hoy, pero bueno, aprovecho para ponerme al día con lecturas y películas que tengo que leer/ver para clase, ya que este fin de semana me lo he tomado, podría decirse sabático, con la excusa del concierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario