Opino que en relación a los viajes rápidos de cuatro días para conocer una ciudad, se deben dejar reposar los recuerdos un poquito, de otra forma, lo único que podrás comentar acerca del viaje es lo cansado que te ha resultado, ya sea por las largas caminatas en pos de conocer la ciudad, sus calles, sus monumentos y sus más famosos recovecos y museos, por las salidas nocturnas, o por los retrasos de los aviones y las noches en el aeropuerto.
A pesar de esto, voy a permitirme el lujo de hablar de la experiencia habiendo llegado hace poco más de veinticuatro horas, supongo que gracias a que ya conocía la ciudad y permanece situada en el top three de mis ciudades favoritas. No hay sitio que me encante tanto como Candem y su heterogeneidad de personajes, he pasado por sitios en los que ya había estado y visto nuevas cosas, y como colofón, he disfrutado como nunca del ambiente nocturno del Soho.
Eso sí, es impresionante el dinero que te gastas en un viaje de estos. Y juro que no me he traido más souvenir que los tés del buffet, que eran gratuitos.
Espero poder repetir pronto algo como esto.
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