Te robo la cara
te debo una vida
que me pongo en el ojal de la camisa.
Dentro va el alma,
la lengua fuera
(que la coja quien la quiera).
Los ojos que no ven
no siempre se desprenden con el paso.
La mano en la pared
y las piernas tendidas al ocaso.
Quiero volverme a clavar,
pon tú los lazos
que estoy dispuesta a morir,
entre tus brazos.
Las neuronas entregadas,
siempre buscando.
Mientras me voy a dormir
entre pecados,
que no hay amor que sea amor
si no es con lunas.
Soy un animal,
aprendiendo a nadar en este barro.
Soy un hambre voraz,
deseando degradar un cuerpo sano.
Soy un paso mortal,
que doy en esperanza de tu mano.
---- Todas las palabras son una utopía.
solo paso para decirte que te leo siempre... pero poco puedo comentar.
ResponderEliminarLa belleza de tus palabras hacen que cualquier otra se quede sin sentido