Freedom is ephemeral, it is something like breathing

miércoles, 10 de febrero de 2010

Exs:

Creo firmemente que sé cómo jugar el juego. Digo las cosas correctas y hago las cosas correctas. Soy dulce y atenta, ofrezco espacio y mantengo el control de la situación y he conseguido que no os dieses cuenta hasta demasiado tarde de que soy terriblemente manipuladora cuando se me ofrece la oportunidad. Y no habéis parado de ofrecérmela. Pero todo el tiempo soy increíblemente infeliz porque YO estoy dirigiendo el barco y estoy llevando los pantalones, y no tengo respeto por los hombres y los trato como a niños. Cuando rompo con vosotros, es completamente irremediable.

No buscaba a alguien que pudiese controlar. No voy a dejar de querer tener el control ni dejar de jugar el juego, porque mi hombre ideal no va a culparme por mi perpetua confusión. Por supuesto, mi hombre perfecto no es un misógino que me reprocha, pero tampoco me va a dejar pisarle, porque existe ese feliz término medio. Nadie dijo que los hombres tuviesen que guardar permanentemente sus pantalones en el armario, ¿de acuerdo? No me antepongas a tus ambiciones. Estamos hablando de pasión. De violencia. Y eso es lo que a todos os faltaba. Lucharme.

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